"LA ESCUELA DEL MAÑANA, ¿Y POR QUÉ NO HOY...?"

     No queremos esto en nuestra escuela...

...Lo que queremos es conseguir esto otro:

Que cuando hablamos de la escuela de hoy, estemos hablando de “una escuela para todos”, en la que la educación esté al alcance de todas las personas. Deben democratizarse los conocimientos y el acceso a la educación y la cultura extendiéndose a toda la sociedad independientemente de clases sociales y sus contextos culturales previos, una escuela que se amolde al niño, y no al revés. La escuela debe ser capaz de adaptarse a los cambios y debe aprovechar las innovaciones y mejoras tecnológicas. No necesariamente toda innovación tiene que ser beneficiosa, por lo tanto debemos saber seleccionar todo aquello que facilite y mejore la labor de la enseñanza y el aprendizaje. Además es necesario crear una escuela que se aleje de la institucionalización y en la que los alumnos encuentren un lugar agradable donde aprender y potenciar sus aptitudes para aplicarlas más tarde al ámbito laboral y a la sociedad en general. La nueva escuela debe ser una escuela de valores transmitidos y mostrados paralelamente a los contenidos, donde los lugares de aprendizaje se organicen según las materias y manteniendo el contacto con la naturaleza. Debe ser una escuela en la que el niño aprenda en libertad y donde no se impongan los contenidos.

Las agrupaciones se basarían en el reconocimiento, la capacidad y la integración de los niños en los distintos niveles de complejidad y trabajo, no necesariamente los alumnos deben clasificarse por sus edades. El horario debe ser flexible y adecuado a las necesidades de los alumnos, la escuela debe responder las 24 horas del día por sus alumnos si es necesario, y cargarse de responsabilidad, para ello es primordial la colaboración con las familias y entre el propio profesorado, y un aumento en el número de docentes, profesionales y especialistas de la educación (al contrario de lo que plantea la LOMCE). El sistema de evaluación debe tener en cuenta y valorar la evolución, la demostración del aprendizaje y asimilación de conocimientos y la capacidad de reflexión y crítica, mediante la observación diaria del docente que fomentará la participación en clase, la investigación y el descubrimiento, la reflexión, la creatividad y el aprendizaje, todo ello no vendrá a ser valorado con una calificación numérica, sino con una aprobación del profesorado que corrobore que las aptitudes llevadas a cabo por cada uno de los alumnos son óptimas y cumplen los objetivos planteados. El alumno trabaja y valora el esfuerzo pero también goza del descanso y el ocio. Hay que conseguir que se vea la educación como un privilegio al que todos tenemos acceso y sabemos apreciar, nunca como una imposición u obligación. La escuela debe tener un sistema estable que no se vea sometido a constantes reformas que se limitan a matizar la educación en aspectos poco significativos y ponerla al servicio del consumo y marketing político. Cuando hablamos de la escuela, hablamos de una inversión de futuro, por lo tanto debe ser pública y gratuita para todos.

La metodología del profesor debe adaptarse a sus alumnos y tener en cuenta sus intereses y aptitudes, y siempre fomentando y animando la creatividad y el aprendizaje a través del arte y la cultura. En la sociedad global actual es fácil mediante la tecnología, poner a disposición de los alumnos la posibilidad de conocer y contactar con las diferentes culturas y lugares del mundo. Se debe aprovechar y promover la diversidad en la escuela para que los alumnos conozcan diferentes puntos de vista y opiniones. Los objetivos de la escuela deben ser asentar unos principios básicos, que les permitan y animen a desenvolverse, acceder y saber profundizar en la información y el conocimiento, y la consolidación de ciudadanos libres, críticos, con ideas y características individuales.

 Aquí dejamos una escena de la película "El club de los poetas muertos" que podría ser un pequeño ejemplo, y cuanto menos da que pensar...
http://www.youtube.com/watch?v=6gxUwXl7ZQ8